Experimenta Estudio asumió el desafío de realizar un largometraje documental sobre la Huelga de Maestros de 1921, un hito en la lucha sindical docente, a solicitud de Armando Yualé, quien tuvo la idea original. La colaboración surgió por recomendación, confiando en Experimenta Estudio para la realización y dirección del proyecto. Experimenta recurrió a Costera Films para llevar adelante la producción y a un coguionista para elaborar el guión.

Con solo un paper científico y una foto como documentos sobre el hecho y un presupuesto ajustado, el equipo generó estrategias para contar la historia. La pandemia de COVID-23 no detuvo su impulso; realizaron investigaciones en diarios digitalizados, encontraron más fotos en la revista "Caras y Caretas", y llevaron a cabo preentrevistas con expertos. La falta de imágenes originales llevó a la decisión de recrear escenas mediante collage de fotos de época, antes de que las posibilidades de la inteligencia artificial fueran ampliamente conocidas. También se realizaron recreaciones mediante el sonido: algunas entrevistas que el Diario Santa Fe había hecho a los protagonistas durante el conflicto cobraron vida con la voz de actores conocidos.

La investigación se llevó a cabo principalmente en línea, buscando datos en libros digitalizados y diarios de la época. La selección de entrevistados se basó en recomendaciones del autor del paper y de otros entrevistados. La escritura del guión se adaptó continuamente, reformulando la escaleta durante el proceso de investigación y el guión luego del rodaje y durante la postproducción.

La recreación del aula de la época se realizó en el edificio de la Escuela Normal 2 de Rosario, aprovechando la preservación de mobiliario histórico. La postproducción incluyó trabajo remoto con diseñadores de motion graphics y músicos. El público al que estaba dirigida la película, compuesto por historiadores, activistas gremiales, docentes y estudiantes, y cualquier persona a la que le interesara la lucha de los pueblos, determinó las estrategias narrativas: mantener un ritmo acelerado y una tensión constante a través del uso de recursos para asegurar un arco dramático clásico.

A pesar de no ser una huelga feminista, las protagonistas eran las mujeres, lo cual era disruptivo en la época y uno de los puntos más interesantes del conflicto. El abordaje de esta arista fue cuidadoso y se le dedicó una secuencia central del documental, en el punto medio del film. Esto fue una decisión estratégica no solo desde el punto de vista conceptual sino también narrativo, ya que ofrece a a los espectadores un momento más reflexivo, pero no por eso desapasionado, un descanso a la dinámica acción y reacción del conflicto.

El reconocimiento y emoción del público durante las proyecciones en distintas salas de cine, el pedido del público para proyectarla en sedes gremiales, ámbitos docentes y universitarios, y la transmisión en canales de televisión, especialmente en Canal Encuentro, consolidan el éxito del proyecto.